En la decada de 1910, Nueva York era la capital del cine estadounidense. Pero en la costa este de los Estados Unidos llovía con frecuencia y además , faltaba espacio para instalar grandes estudios y filmar películas al aire libre. Los productores fueron interesándose cada vez más en las posibilidades que ofrecían los paisajes grandiosos y soleados de California, que podían servir de escenarios natural para cualquier tipo de películas y pronto los magnates de la industria cinematográfica decidieron trasladar sus estudios a Hollywood, manteniendo por un tiempo oficinas en Nueva York . Muchos actores de cine que trabajaban en los teatros neoyorquinos de Broadway cambiaron su residencia a Hollywood.
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